Muy buenos días, hoy vengo a relataros la historia
del santo al que está dedicado nuestro monasterio, San Ginés de la Jara. La
historia de este santo es fascinante, debido a que está envuelta en una
leyenda, que para los creyentes es cierta, pero para otros muchos es
simplemente una historia. Una leyenda anónima que afirmaba que la cabeza del
santo había llegado por el Ródano y el mar hasta Cartagena, la cual quedo
guardada entre los muros del Monasterio. La leyenda o mejor dicho la historia
de San Ginés está formada por temas del ciclo carolingio y algunos otros
relativos a Santiago (del cual también cuenta la leyenda que llego a
Cartagena), los cuales se adaptaron alrededor de la personalidad de San Ginés y
sobre la realidad geográfica del campo y costa de Cartagena.
El problema de la historia de San Ginés de la Jara, es confusa y de la cual no tenemos nada o mejor dicho solo dos leyendas, de la que comentaré un poco más adelante. Una dice que llegó de Francia, por el mar y que naufragó en las costas murcianas. Según cuenta el joven francés quería conocer el sepulcro del Apóstol Santiago, así que se embarcó rumbo al puerto de Cartagena, por donde la leyenda recuerda que entró el apóstol Santiago.
Sin embargo, a la altura de Cabo de Palo, la embarcación naufragó, pero cuenta que el joven francés extendió su manto sobre las olas y se subió a él. Cuando despertó estaba a salvo en la costa, donde encontraría una cueva, que le sirvió de refugio. La leyenda sigue contando que el santo era hijo de Roldán Magno, rey de Francia y sobrino de Carlo Magno. Esto lo recoge Francisco Henares en su Obra "San Ginés de la Jara", en la que cuenta que llegó al monasterio para hacer vida de ermitaño, pero no cuenta nada del naufragio, añadiendo que la familia vino a pedirle que regresara para ostentar el trono, al cual se negó. Pero volvieron debido a que necesitaban una carta explícita de su renuncia a sucederle en el trono, al llegar su hermanos se dieron cuenta que solo quedaba San Ginés en vida, el cual moriría al poco tiempo, siendo enterrado por sus hermanos en aquel lugar.
El problema de la historia de San Ginés de la Jara, es confusa y de la cual no tenemos nada o mejor dicho solo dos leyendas, de la que comentaré un poco más adelante. Una dice que llegó de Francia, por el mar y que naufragó en las costas murcianas. Según cuenta el joven francés quería conocer el sepulcro del Apóstol Santiago, así que se embarcó rumbo al puerto de Cartagena, por donde la leyenda recuerda que entró el apóstol Santiago.
Sin embargo, a la altura de Cabo de Palo, la embarcación naufragó, pero cuenta que el joven francés extendió su manto sobre las olas y se subió a él. Cuando despertó estaba a salvo en la costa, donde encontraría una cueva, que le sirvió de refugio. La leyenda sigue contando que el santo era hijo de Roldán Magno, rey de Francia y sobrino de Carlo Magno. Esto lo recoge Francisco Henares en su Obra "San Ginés de la Jara", en la que cuenta que llegó al monasterio para hacer vida de ermitaño, pero no cuenta nada del naufragio, añadiendo que la familia vino a pedirle que regresara para ostentar el trono, al cual se negó. Pero volvieron debido a que necesitaban una carta explícita de su renuncia a sucederle en el trono, al llegar su hermanos se dieron cuenta que solo quedaba San Ginés en vida, el cual moriría al poco tiempo, siendo enterrado por sus hermanos en aquel lugar.
(Imagen sacada de https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:GinesdelaJara_003.jpg)
Del mismo modo esta leyenda relata que el santo
llegó a Cartagena al ser desterrado por envidias de enemigos, llegando a España
donde hizo vida Heremítica en un desierto cerca de Cartagena. Lugar al cual
llegaron unos franceses para fundar un monasterio en el año 877, e incluso se
relata que trajeron el cuerpo del santo que se encontraba en la Abadía de
Corbey. Pero Francisco Henares recoge, que una vez fallecido el santo, la Casa
Real gala ordenó trasladar los restos del ermitaño a Francia, aunque al llegar allá,
se ve que la caja viajo vacía, debido a que en su interior se hallaba vacío,
porque de forma prodigiosa los restos de San Ginés habían vuelto a las
cercanías de la ermita donde había vivido, para ser enterrado en el lugar.
Sigue contando que el cuerpo volvió al Mar Menor,
donde fue enterrado en un lugar desconocido en el Monte Miral, otros mantienen
que el Rey de Francia, Roldán llegó hasta Murcia para encargarse del cuerpo de
su hermano, pero este tenía un papel entre su manos donde advertía de que nadie
debida de moverlo de su sepultura. Otra leyenda dice que fue San Ginés de
Arlés, que murió mártir un 25 de Agosto, día en el que se celebra.El “Códice
Calixtino”, un manuscrito de mediados del siglo XII que fue robado y recuperado
en Santiago de Compostela, se recuerda a este santo en una increíble leyenda.
La leyenda de que fue San Gines de Arlés, sigue
relatando que fue un escribano de profesión, que fue degollado por negarse a
transcribir la orden dictada por Diocleciano contra los cristianos. El autor
relata que nada más suceder eso, cogió su cabeza con sus propias manos y la
arrojó al Ródano. Detrás se lanzó él y el cuerpo bajo por el río hasta la
iglesia de San Honorato, donde fue enterrado. Pero lo sorprendente de esta leyenda
es que según cuenta el códice, es que la cabeza, corriendo por el Ródano y por
el mar, llegó, guiada por ángeles, hasta la ciudad española de Cartagena, donde
ahora descansa.
(Imagen sacada de https://www.religionenlibertad.com)
Se le añaden resurrección de difuntos,
peregrinaciones a su ermita en distintas épocas y el establecimiento de ermitas
en sus proximidades. Bueno como sabéis es complicado relatar la breve historia
de este santo que ha llegado a nuestros días, debido a que la leyenda en la que
se sostiene es muy interesante, también es liosa, además de que la gran mayoría
de autores se contradicen. Pero sois vosotros los que tenéis que decidir si
creerla o no creerla, si es real o no real. Lo que sí que es cierto es que
estamos dejando desaparecer un monumento, del cual se relatan leyendas e historias
apasionantes y donde supuestamente dice la leyenda vivió un sobrino de Carlo
Magno. Solo por esto último deberíamos de conservar este espectacular complejo
arquitectónico.
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